martes, 7 de septiembre de 2010

Sillas y mesas

“Cógeme el abrigo, está colgado encima de la mesa”. Si a uno le dicen tal cosa, posiblemente pensará que le están tomando el pelo, que la otra persona se ha confundido o simplemente que se ha vuelto loca. Porque una mesa es una superficie elevada del suelo que sirve, entre otros usos, para disponer elementos sobre ella, no para colgarlos. Una silla, en cambio, sí puede tener esa función. Podríamos responder: “Mira en el diccionario qué es una mesa y luego me dices”.


Hablar con los demás significa comunicarnos, y para que eso ocurra, debemos utilizar un mismo idioma. Imagínense que un chino y un senegalés que sólo conocen su lengua autóctona se reúnen para leer en español El Quijote y luego conversar sobre su aventura. Aparte de que su coloquio no será muy fructífero, no entenderán nada, y su experiencia será más confusa que la del ingenioso hidalgo con los molinos.

¿Qué ocurriría si yo le llamo mesa a lo que usted conoce como una silla? Pensaría que estoy majara. Si tal confusión se diera en más palabras además de estas dos, no podríamos conversar. En el supuesto caso de que yo no tuviera ninguna relación con usted, nos marcharíamos cada uno por nuestro lado, es decir, estaríamos en una especie de tregua indefinida. Hasta aquí ningún problema. Usted seguiría una vida normal mientras yo me sentaría todos los días en la mesa para comer los alimentos de la silla. Pero, ¿qué pasaría si existiera algo que nos relacionase?, ¿si yo quisiera algo de usted? Pues que entraríamos en conflicto. Y aunque pactáramos una tregua, al final volvería la confrontación.

ETA está en tregua. Pero no hablamos el mismo lenguaje que ellos. Para estos asesinos, el País Vasco y España son conceptos que se refieren a realidades distintas. El País Vasco suyo y el nuestro no son el mismo. Igual ocurre cuando utilizamos la palabra “España”. Cuando ellos reivindican sus intereses en nombre de un supuesto “derecho”, no sólo no podemos entenderles, sino que además afectan a nuestras vidas. Y surge la violencia.

Para los terroristas, un ciudadano de Bilbao no es español, y aunque él sí se sienta, no puede expresarlo abiertamente llevando una bandera, porque puede que le quemen el coche. Y, si encima se trata de un vasco que trabaja en los cuerpos de seguridad, tendrá que convivir con el miedo, ya que los asesinos no preguntan, simplemente matan. ¿Les parece que he puesto ejemplos radicales? Ojalá fuera así.

Ni diálogo ni tregua. Es imposible establecer comunicación entre dos que entienden cosas distintas cuando utilizan los mismos vocablos. Queda, por lo tanto, el conflicto. Ésa es la única verdad que subyace debajo de todo discurso demagogo o interesado que hable de tregua. Demagogo, porque no la quieren; interesado, porque buscan entrar en las elecciones municipales o rearmarse, vaya usted a saber.

Y la confrontación persistirá mientras estemos los dos. Así de simple. ETA ya ha declarado diez treguas. Ha matado a 858 personas. Y, lamentablemente, estas cifras no son estáticas, por el conflicto y por lo que persiguen. No le damos el mismo sentido a las palabras, así que es inútil hablar de diálogo o tregua. Si queremos la paz, el fin sólo puede ser uno. Y, como bien saben, ésta no es una mera discusión entre sillas y mesas.

4 comentarios:

  1. La expresión "conflicto vasco" me llama poderosamente la atención. Un conflicto se da cuando colisionan dos posiciones. Pero aquí sólo hay unos asesinos que matan. Si no lo hicieran, el supuesto "conflicto" desaparecería.

    La comunicación es esencial y, en su esencia, está el lenguaje. Es la mayor trampa de estos asesinos.

    Yo también comencé mi blog por culpa de estos asesinos. Qué fuentes de inspiración más turbias, ¿no crees? Mucho ánimo y muchas suerte Jesús.

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  2. Aguerrido comienza usted, D. Jesús. Así da gusto. Ideas claras y palabras duras.

    Le seguiremos la pista.

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  3. Antihéroe: Desde luego, el lenguaje es esencial en la comunicación, por eso las palabras tienen varios sentidos. He utilizado conflicto como oposición entre dos partes, pudiendo ser esa oposición de muchas maneras. En este caso de las peores, sin duda. Muchas gracias por los ánimos, a ver si esto coge fuerza.

    Nahum: Gracias por el comentario, aunque espero que no todas las entradas sean duras y serias. Intentaré que sean de varias temáticas, a veces de serias y otras de series. En este último caso, siempre con los ojos puestos en el maestro.

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  4. Me gusta cómo pones los puntos sobre las íes.

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